¿QUO VADIS ESPAÑA?

¿QUO VADIS? En latín significa ¿Donde vas? El origen de esta frase la encontramos en los Evangelios Apócrifos haciendo referencia a aparición de Jesús a san Pedro. Según estos textos en el año 64 de nuestra era, durante la cruda persecución de Nerón a los cristianos, el apóstol San Pedro huía de Roma ante los crímenes del Emperador sobre los cristianos. A la salida de la ciudad, Pedro, se encuentra con Jesús de Nazaret, resucitado de entre los muertos, que va hacia Roma. Extrañado el apóstol le pregunta al Maestro "¿QUO VADIS DOMINE? (¿Donde vas Señor) y este le contesta que a Roma a sufrir martirio. Fue entonces cuando Pedro entiende que su destino es morir por Cristo y vuelve a la ciudad donde, horas después, será encarcelado y torturado. Fue crucificado "cabeza abajo" en el lugar de su martirio y su tumba se levanta hoy la impresionante Basílica del Vaticano. 

No, no voy a hablarles de los martirios de Nerón, la matanza de cristianos o las apariciones de Jesús de Nazaret. Nada que se le parezca. Mi introducción se ha debido para explicar, al desconocido lector, cual es el origen de la expresión latina "Quo Vadis" a la que yo he aplicado "España" ¿DONDE VAS ESPAÑA? porque reconozco, públicamente, que su futuro me preocupa muchísimo. 

Tengo que reconocer, para empezar, que no me senté ante el televisor y aguante tantas  horas de todos los parlamentos e intervenciones. Muchas de ellas carentes de las mínimas notas de la llamada "Cortesía parlamentaria" porque aquello se asemejaba, en muchos casos, a riñas tabernarias y de muy mal gusto.  Los medios de comunicación nos  dieron suficiente información. Con esos resúmenes, lo leído en prensa, escuchado en radio y visto en los informativos de las cadenas de televisión tengo sobrada información de lo que ha sucedido en la Carrera de San Gerónimo en este mes de septiembre, en las postrimerías, y que nos ha vuelto a colocar en un callejón sin salida o si lo prefieren ustedes en la "casilla de salida" hacia unas nuevas elecciones generales. 

Este mediodía ha terminado este primer acto del drama titulado: ¿Quién dormirá en la Moncloa? Sainete tragicómico que bien podría haber estado escrito por don Ramón María del Valle Inclán porque lo visto y vivido en las Cortes es más propio de un esperpento. En esta obrilla de teatro baja el telón, fin del primer acto, ya sabemos que el durmiente, en las habitaciones de La Moncloa no será Núñez Feijóo. 

Hay que reconocer que, el gallego, ha estado soberbio tanto en la exposición de su programa cuanto en la réplica a los portavoces de los diferentes partidos que ocupan los codiciados sillones del Parlamento,  bien es verdad que tampoco el candidato ha tenido que esforzarse mucho dada la ínfima calidad de sus señorías. Especialmente el señor Oscar Puente, convertido en una marioneta parlante a las órdenes de Sánchez Castejón ya que este se ha negado a darle la réplica al candidato Popular cuando se pasó toda la campaña electoral pidiendo "diez mil debates con el" Se ve que el líder del "social comunismo" (lo de socialistas únicamente ha quedado muy atrás) todavía recuerda el revolcón que le dió Feijoo en aquel debate electoral del que, parece, no ha levantado cabeza todavía. Aparte de su soberbia y su altivez mostrando su desprecio ante toda España y menospreciando tanto al orador contrario como al Parlamento. Puso a don Óscar Puente, el mismo se consideró el "Rottweiler" del gobierno cuando acabó su intervención y asistimos a una serie de chulerías, provocaciones, mentiras y exabruptos como nunca se habían visto en el "Templo de la Libertad y la Palabra". Quien lo ha visto y quien lo ve. Con todo lo que tiene en su currículo durante su etapa de alcalde de Valladolid. En fín no voy a caer yo en la tentación de hablar y contar lo que la prensa, en su dia, ya destapó de este busto parlante y mal encarado. 

 Primera reflexión de las varias que me ha suscitado la sesión. Si Feijoó hubiera actuado durante la campaña con el fondo, la forma y  la brillantez con que lo ha hecho en el debate de investidura, incluido el reconocimiento a VOX por sus votos huyendo de tanto melindre, tal vez otro gallo cantaría.  Me hace mucha gracia, por no decir otra cosa, que Sánchez pueda unirse, está en su derecho, a comunistas, separatistas, herederos de ETA, republicanos y demás grupúsculos con representación en las Cortes y no pasa nada. Eso es democracia. Sin embargo que el Partido Popular se une a VOX y se abren las puertas del infierno. La unión de la izquierda, extrema y radical, es democracia y sin embargo la unión del centro derecha con la derecha es poco menos que la destrucción de Roma como hizo Nerón (volviendo a citar de nuevo en este artículo) 

 Segunda anotación recomiendo al líder de la derecha que caiga de una vez del guindo, y, sin menoscabo de la obligada cortesía, sepa que se enfrenta con el mayor embustero, el más despiadado ventajista, carente de los mínimos estándares de ética o moral y que en este dramático enfrentamiento. en el que tanto nos jugamos, no valen ya las buenas palabras. Ya está bien de aguantar mentiras del aspirante socialista. Hoy dice blanco y mañana negro sin ningún rubor. Con tal de dormir en el complejo palaciego de la Moncloa, pasearse por los cielos con el Falcon o disfrutar de los placeres ocultos, y no tan ocultos, de tan alto cargo es capaz de hacer lo que sea y de pactar incluso con el mismísimo diablo. Es un personaje del que uno no se puede fiar porque ha estado siempre aupado en la mentira y engañando al pueblo constantemente. Un claro ejemplo del "Despotismo Ilustrado" El Gobierno para el pueblo pero sin el pueblo... y si no les gusta como gobierno no se preocupen que tengo otros métodos aún peores. 

Y ahora para terminar este comentario, desde la modestia de un ciudadano de a pie, me dirijo a SM Felipe VI. Soy monárquico institucional, convencido que en este delicado momento la institución que SM protagoniza es la única garantía de supervivencia. Su Majestad debe advertir a don Pedro Sánchez que ni se le ocurra llevarle a la firma una ley de amnistía que acabaría con todo lo que, con tanto esfuerzo, hemos levantado, incluida la Corona. Que la Constitución del 78 costó mucha sangre, que gracias al consenso se frenaron ruidos de sables, constantes, en los cuarteles con personajes añorantes del Régimen de Franco. Que gracias a nuestra Carta Magna vivimos con libertad y en libertad. Sin ella, por ejemplo, este modesto artículo no habría podido ver la luz esta tarde. Que no venga ahora y con tal de "sentar sus posaderas" en el sillón presidencial nos venda a todos los españoles y favorezca con una falsa ley de amnistía los deseos más oscuros de aquellos que quieren romper la unidad de España y, de paso, instaurar la República.

Majestad, con toda humildad, si hace lo que tiene que hacer que Dios se lo premie y, si no, que se lo demande, Señor.